Gratkorn, en Estiria, es uno de los muchos lugares donde VTA garantiza de forma fiable que los problemas de olores causados por el H2S no sean un problema. Todo un reto, porque las condiciones locales de esta ciudad comercial cercana a Graz, con su industria papelera y sus largas líneas de bombeo, favorecen la formación de sulfuro de hidrógeno y todas sus desagradables consecuencias, como los olores y la corrosión.
Esto ha llegado a su fin desde que la ciudad comercial de Gratkorn decidió eliminar el problema con uno de los "eliminadores de olores" de VTA de eficacia probada. El concepto de aplicación, desarrollado por el director de zona de VTA, Armin Flössholzer, en colaboración con la Universidad Tecnológica de Graz y la oficina de ingeniería IGBK Graz, demostró su eficacia el año pasado. El siguiente paso fue, por tanto, sustituir el sistema de dosificación provisional para añadir el producto del sistema VTA por una solución permanente: un contenedor de dosificación hecho a medida.
Compacto, limpio, indestructible
La base de este exitoso producto VTA es un contenedor de 20 pies modificado especialmente para este fin. El contenedor estandarizado mide unos seis metros de largo y constituye una carcasa indestructible para la tecnología más moderna de depósitos, dosificación y control. Los experimentados especialistas de VTA han instalado un depósito de plástico de doble pared con una capacidad de 20 m3 en el contenedor Gratkorn, que también es apto para mercancías peligrosas. El depósito se adaptó completamente para aprovechar al máximo el volumen disponible. En función de las necesidades, también se pueden instalar sistemas multicámara, por ejemplo para la dosificación simultánea de eliminador de olores y precipitante.
El contenedor, térmicamente aislado y calefactable, contiene además una placa dosificadora con punto de dosificación y bomba, una boquilla de conexión para facilitar el repostaje desde la cisterna, lavabo, iluminación y, por último, pero no por ello menos importante, la más moderna tecnología de medición y control. La bomba dosificadora se controla totalmente de forma electrónica mediante una sonda de medición de H2S.
Todos los datos relevantes y, en caso necesario, los mensajes de alarma se transmiten automáticamente a puntos clave definidos en las instalaciones del operador. Con protección contra sobrellenado, sondas de fugas y numerosos detalles más, el contenedor de dosificación certificado cumple todos los requisitos de la legislación sobre aguas.
Al fin y al cabo, los contenedores dosificadores VTA no sólo son una solución limpia y económica, sino también especialmente segura: la carcasa de acero proporciona una protección eficaz contra daños, vandalismo e influencias meteorológicas como rayos, tormentas y presión de la nieve.
Plug & Play: todo es muy sencillo
El contenedor compacto es una auténtica solución plug & play: se monta completamente como una unidad funcional en la planta de VTA en Rottenbach y se transporta en camión a su destino listo para su uso. El montaje y la puesta en marcha corren a cargo de instaladores de VTA; el cliente sólo tiene que ocuparse de una cimentación adecuada, una conexión de agua (lavabo y cisterna) y una conexión eléctrica. No hay emisiones, sólo se necesita un tubo de escape para el proceso de repostaje. Por cierto, el color exterior también puede elegirse a voluntad. En Gratkorn se optó por un discreto color verde oscuro; al fin y al cabo, el contenedor dispensador se encuentra allí, en un "prado verde".
Los expertos de VTA de los departamentos de Tecnología de Dosificación y Servicio Técnico de Campo colaboran estrechamente en cada proyecto de contenedores. La gama de servicios abarca desde la inspección in situ hasta el servicio integral al cliente, pasando por el diseño, la planificación detallada, la producción, la entrega, la puesta en marcha y la aceptación.
Informe práctico de la revista del Grupo VTA "Der Laubfrosch", número 78
